Este pasado viernes (9 de abril) estrenamos en el colegio Menesiano una adaptación de La asamblea de mujeres de Aristófanes. Bajo mi dirección, arropado por mi grupo de teatro, con un veterano equipo técnico extraordinario, con un reparto de consumada dedicación y trabajo y con un público entregado, la representación fue satisfactoria.
Era un proyecto arriesgado tanto por la temática como por el montaje; sin embargo, el público se metió rápidamente en la obra interactuando perfectamente con las actrices y actores. Así, ha dado resultado la fusión entre el carácter que le hemos dado, la música que acompaña la acción y los cambios de escena, la adaptación que realicé del texto y la agresividad simbólica del decorado. Muy buenas críticas hemos recibido desde el viernes (como suele ocurrir, es más que probable que las malas no lleguen a nuestros oídos); y yo, a título personal, me siento satisfecho por el trabajo realizado. Como en toda obra, las dificultades han sido muchas, de hecho, tuvimos que adelantar la fecha de la representación tres semanas por diversas causas. Sin embargo, los ensayos intensivos de esta última semana, y la dedicación absoluta del equipo técnico han hecho posible un nuevo milagro bajo la eterna consigna "Deus ex machina". Mucho tienen que ver las actrices y actores, que han sabido poner en práctica el trabajo de todos estos meses y canalizar toda su exuberante e incontrolable energía juvenil en el escenario, venciendo los nervios y la timidez, y disfrutando al máximo de la representación.
Desde aquí mi más sincero agradecimiento a todas aquellas personas que nos han ayudado y apoyado. Porque el éxito de una representación no está en los actores y actrices, ni mucho menos en el director o la directora. El éxito siempre se da gracias a un trabajo conjunto donde cada detalle implica la dedicación de una persona. Y en esta obra ha habido muchos detalles y muchas personas dedicando su ilusión, su tiempo y su esfuerzo. Que sea para ellas todo mi agradecimiento. También los aplausos y el reconocimiento.
¿Cuál es el objetivo de nuestro arte?
Es la concepción y nacimiento de un nuevo ser viviente:
la persona en el papel. Es un acto natural creativo,
que se parece al nacimiento de un ser humano.
C. Stanislavski